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Amar y dejar amar

 Amar y que no nos amén. Posiblemente no exista en las relaciones un dolor más agudo que ese. Excepto ese que se siente cuando nos amaron y nos dejaron de amar. Porque en este último dolor hemos descubierto de que se trata el amor de la otra persona y entonces duele más, porque a veces no entendemos que fue lo que pasó para que ese sentimiento se modificará. Aunque no siempre tiene que existir una razón. Simplemente sucede ¿Es justo, es injusto? ¿Esta mal, esta bien? No existe respuesta alguna para ninguna de estas preguntas. El amor no tiene razones y tampoco se explica. Se siente o no se siente. Tenemos que aprender a marcharnos sin exigir explicaciones que no nos van a llevar a ningún lado. Tenemos que aprender a respetar las decisiones de los demás. Tenemos que aprender a despegarnos de la vida del otro. Amar y dejar amar.
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Dejalo ir.

 Ya vivías antes de que ese amor llegará, así que si se acaba no pasa nada. Te va a doler, si. Pero no mires atrás. Llora, no pasa nada y está bien que llores. Te va a aliviar el alma.  El amor de nadie se ruega.  Jamás.  Soltalo despacio.  Anda dejando ir, no te ates a nada que tenga memoria.  No guardes recuerdos. No des treguas.  No aceptes un café, no son amigos.  Dale tiempo a tu sentir.  Respetate y que te respete.  Solta.  Escucha música porque las canciones no tienen la culpa.  Y vos tampoco. Somos una elección diaria, no te olvides de eso.  Pero tampoco te olvides que vos también elegís en que amor quedarte todos los días.  Sí se acabó, dejalo ir.

Telegram

  Desde hace unos días estoy haciéndome amigo de Telegram. Todo empezó por las nuevas políticas de WhatsApp que todos conocen y muchas personas optaron por mudarse de aplicación de mensajería. Hace un ratito genere un canal en Telegram, les dejo el enlace para los que quieran unirse: t.me/javieralejandroguirin y sino pueden buscar el canal por mí nombre.

Con la existencia de tu amor

  No intento convencerte de que mí amor es el ideal para vos. Porque no puedo amar de una forma que desconozco, solo puedo hacerlo como aprendí a amar en estos años, en esta vida vivida. Porque soy un montón de amores al mismo tiempo, porque aprendí pero también enseñe y termine puliendo mí forma de amar. No intento demostrarte lo que no soy, porque aprendí a convivir conmigo mismo y con casi todos mis defectos. Y digo casi porque todavía negocio con alguno de ellos. Pero más allá de lo que aprendí y lo que soy, tengo que decirte que mí amor sin tu amor no es nada. Sería como la noche sin luna, como la estrella fugaz sin deseo o como una rosa sin espinas. Porque mí amor es casi perfecto pero solo con la existencia de tú amor.

Me quede

 Me quede en la vida muchas veces, tal vez en formas microscópicas no lo sé. Pero se que una parte de mí se quedó en ciertos momentos vívidos. Instantes que aparecen como recuerdos, como esa añoranza de lo que pasó y hoy no pasa. Personas, sonrisas, miradas, caricias, ahí también me quedé. Partes de mí que se hicieron vida, la mía y la de otras personas. Algo quedó, una palabra, una frase, un silencio, una mirada, una lagrima, un ataque de risa. Momentos, recuerdos, me quedé muchas veces en la vida y algunas personas se supieron quedar en la mía más allá de su propia existencia en este mundo.

Te doy

 Te doy mí amor pero también mi vida en el tiempo que se sucede sin retroceso, salvo en esa salvedad del recuerdo que cada tanto se nos da por revivir. Te doy esto que soy y lo que aún no sé ni siquiera de mí mismo. Te doy mi silencio a la espera de tus palabras, esas que juntas me hablan de tus dias y de tu vida. Tu vida que vivís conmigo y aquella que viviste sin mí. Te doy cada arruga que se traza en mí rostro, mientras el tiempo trata de desdibujarme para volver a dibujarme casi igual pero no. Te doy mí falta de memoria para que me ayudes a no olvidarme. Te doy mí letras, incluso esas que ayer escribí y hoy no recuerdo. Te doy mí tiempo y lo que aún no soy.

Aléjate

 Aléjate de las personas irónicas porque para las ironías esta la vida. Aléjate de aquellos que necesitan siempre ser dueños de la última palabra. Aléjate de los que no soportan la alegría de los otros. Aléjate del que no sabe escuchar y solo sabe hablar. Aléjate de quien no valora los logros que no le pertenecen. Aléjate, ándate lejos de personas así y vas a ver que todo tiene otro color.