Si un objeto valioso se rompe, quizás optemos por repararlo,uniendo sus parte de la mejor manera.
Hasta puede quedar casi igual,pero seguramente dejara de ser el mismo,porque su perfección original dejo de ser tal,y ahora esta lleno de grietas…como si fueran cicatrices.
Parece que lo mismo pasa con nuestro corazón cuando algo o alguien lo rompe.
Tratamos de sanarlo, de repararlo,pero las cicatrices no se borran y se disfrazan de recuerdo.
No se puede reparar pegando sus pedacitos, por lo que usamos al tiempo como reparador de heridas,apostando a que el recuerdo vaya quedando guardado en el olvido.
Alguien alguna vez dijo que el amor no tiene limites; a lo que le agregaría que nadie descubrió aun el borde del amor, nadie aun encontró la forma de medirlo, aunque algunos digan que aman mas o mejor,como si se pudiera comprobar tal cosa.
Es verdad, tal vez haya corazones rotos o remendados, que se han prometido no intentarlo mas,saliéndose del camino y esperando que la vida continúe como si nada.
Es entonces cuando pareciera que dejar de amar, fuera como morir antes de tiempo.
No se puede dejar de sentir, aun con el corazón anestesiado por el olvido….el sigue latiendo y sintiendo.
Tiene sentido dejar de sentir y resguardarnos dentro de nosotros mismos para no correr el riesgo de sufrir?
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