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Mostrando las entradas de diciembre, 2014

Tu recuerdo

Tu pañuelo aún conserva tu perfume, ayer pude sentirte tan cerca que estoy seguro que hubiera podido rozar con mis dedos tu piel.   Me contuve y guarde mis ganas en un bolsillo que no tengo.   P ensé  tal vez dormías, aunque que sé que despertaste sin saber porque tu piel erizada se convertía en una sensación de frío que hizo que te cubrieras envuelta entre tus sábanas, mientras yo te olía en el perfume del recuerdo que quedo en tu pañuelo...

Mi Julieta

Puedo decirte que tu hermosura se a cultivado en exceso, que sin ser Romeo eres mi Julieta. Pero claro que lo mío no es amor, no.   Me gustas como me has gustado siempre, así sin disimulo y mi rándote a los ojos. En aquel entonces no te lo dije y además tu nombre no era Julieta ¿O sí?   Me enamore como adolescente y me desencante como un frío adulto, desanduve mí vida y te busque en el recu erdo.   Puedo decirte que me gustaste, que me gustas, puedo hacerlo, pero la valentía necesita de valientes y aun no encuentro a ninguno.   Entonces te miro cada tanto en alguna foto y por un instante me siento tu Romeo, aunque sé que ese amor fue de tres días, que ese nos es mí nombre, que no hay balcón, que no soy valiente, pero de todo eso me olvido, cuando recuerdo tu mirada y como me perdía en ella sin saber aún, que eras mí Julieta.