Javier Alejandro Guirin

Este extraño otoño deposito tu amor en mi vida, así como lo hace con ciertas hojas que parecen no caer y vuelan por los aires, dibujando lineas confusas e imposibles de descifrar.  Ellas no caen por casualidad, el otoño las lleva al lugar elegido y siento que eso paso con vos, el otoño me eligió y me regalo tu presencia en mi vida. Y así andamos descifrandonos mientras aprendemos a amarnos, atentos al otro y a ese amor que no queremos perdernos en este amor otoñal, que no solo es un montón de ruido a hojas secas, sino que también es algo que nace, crece y se arraiga a este presente, en tanto llega la cálida primavera.

Tu amor tiene esa sencillez que enamora, coleccionas detalles que te hacen distinta. Podría quedarme prisionero en tus curvas, sin embargo lo que nos encuentra son nuestras diferencias. Vos tan de Almafuerte y yo demasiado Cortazar. Vos tan café y yo tan del mate. Vos tan matemática y yo de casualidad que cada dos por tres trato de tropezar con tus besos. Somos tan distintos que nos parecemos. Con vos los silencios enmudecieron y la soledad cambio de domicilio...

No me enamore de tu nombre de cuatro letras, podría tener ocho y eso no marcaría la diferencia.  Fue tu sonrisa que parece querer escapar de tu rostro todo el tiempo. Tu sonrisa si, pero también tus ojos, porque tu mirada siempre atrapa mi mirada y entonces no puedo escaparme de tus ojos. Aunque bien sabemos vos y yo, que siempre quise quedarme. Tu nombre que bien podría ser cualquiera, lo tengo atravesado entre mis palabras, no me molesta, pero esta ahí, casi abandonado al olvido, cuando me gustaría gritar siempre con tu nombre delante, gritar para que no existan confusiones, gritar cuanto te amo..

Quiero contar cada una de tus pecas, es verdad que son muchas y que tal vez me pierda en ellas, pero ¿Qué mas da, si ya estoy perdido en vos? Amarte es un pecado, ya lo se, será por eso que quiero hacerle el honor a este amor tan sentido amándote. Tal vez sea así, pero mientras lo pienso, quiero contar cada una de tus pecas y si me pierdo, será cuestión de volver a empezar hasta que la ultima peca sea cubierta con un beso. Y entonces haré el camino inverso hasta que recuerde porque era un pecado amarte así, como te amo hoy.

Esta bien, lo admito, el amor no se trata de lo que quiero, el amor sucede cuando quiere. Si, me llevo parte de mi vida darme cuenta de esto, unos cuarenta años ¿Bastante, no? Creo que si y lo mas importante es como día a día ciertas estructuras se van desmoronando. Claro que hablo de las mías, por supuesto. Quiero decir, que aprendí a borrar ciertos limites, ciertas creencias, ciertas formas de pensar. Muchos de mis no rotundos entraron en duda, colapsaron ante ciertas realidades.  El amor no es racional, los racionales somos nosotros y esa debe ser la razón por la cual sufrimos tanto. No hay razones para amar pero si para no hacerlo ¿Increíble, no? pero verdadero. Siempre estuve en contra de los amantes, lo sigo estando por cierto, porque creo que ser amante equivale a decir la verdad a medias. A no decir lo importante, equivale a palabras ausentes y a silencios demasiado prolongados. Es robarle el tiempo al otro y distraerse con un amor intermitente. Y por mi parte, no me gustan