Ir al contenido principal

Tu rio

Mis  aguas son un caudal de historias y vos lo sabes mejor que nadie.
Soy tu Paraná, tú Iguazú, tu pariente del mar, tu agua grande.
Mil nombres y solo me llamas río, como si con esa palabra definieras mi grandeza.
No soy santo, menos prócer, soy tu amigo, soy tu río.
¿Cuántas veces mi correntada color tierra te acompaño a tu destino sin que te dieras cuenta?
Tantas como mi memoria   arremolinada de recuerdos me lo recuerdan.
Soy  el que invadido por  la melancolía de nuestro encuentro y a fuerza de correntada, trata de retenerte un poco más, haciendo que tu andar sea  manso y lento. 
El que acaricia tus islas y el  que alguna vez dejo al desnudo al juncal, para que tu sacrificio fuera menos. 
El que se deja acariciar por los sauces en las tardes de verano, mientras ese mar verde que parece brotar de entre los montes, inunda hasta el mismo aire.
El mismo que aquella vez libero aquel barco varado entre los bancos, levantando mis aguas y dejándolo libre. 
Vos que decís ser hijo de estas islas y te haces llamar isleño, tenes que saber entonces, que mi  correntada está hecha de mil islas de ensueño.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El hombre gris

El colectivo transita por la empedrada avenida Perón, son apenas las nueve y diez de la mañana y el trafico así lo demuestra, Buenos Aires esta despierta, todo el mundo parece ir en la misma dirección, por esta vía que es de solo una mano y se parece más a un embudo gigante que a una calle. El vehículo va casi completo de pasajeros, muchos de ellos van de pie, tratando de tomarse de cualquier lado con tal de no terminar en el piso. En el último asiento individual viaja Eduardo, flaco, alto, pelo ni corto ni largo, ahí, en esa medida que lo deja en el umbral de lo social y lo antisocial, y  lentes para combatir el astigmatismo que le dan cierto aire de intelectual. Con apenas veinte años y con más dudas que certezas, se ha decidido a buscar empleo y a estudiar de noche. No es fácil, él lo sabe, no solo porque sus padres se lo hacen saber todo el tiempo, sino porque con encender la televisión y sintonizar el canal de las noticias alcanza. Argentina vive de crisis en crisis, la hi

Con la existencia de tu amor

  No intento convencerte de que mí amor es el ideal para vos. Porque no puedo amar de una forma que desconozco, solo puedo hacerlo como aprendí a amar en estos años, en esta vida vivida. Porque soy un montón de amores al mismo tiempo, porque aprendí pero también enseñe y termine puliendo mí forma de amar. No intento demostrarte lo que no soy, porque aprendí a convivir conmigo mismo y con casi todos mis defectos. Y digo casi porque todavía negocio con alguno de ellos. Pero más allá de lo que aprendí y lo que soy, tengo que decirte que mí amor sin tu amor no es nada. Sería como la noche sin luna, como la estrella fugaz sin deseo o como una rosa sin espinas. Porque mí amor es casi perfecto pero solo con la existencia de tú amor.

Amar y dejar amar

 Amar y que no nos amén. Posiblemente no exista en las relaciones un dolor más agudo que ese. Excepto ese que se siente cuando nos amaron y nos dejaron de amar. Porque en este último dolor hemos descubierto de que se trata el amor de la otra persona y entonces duele más, porque a veces no entendemos que fue lo que pasó para que ese sentimiento se modificará. Aunque no siempre tiene que existir una razón. Simplemente sucede ¿Es justo, es injusto? ¿Esta mal, esta bien? No existe respuesta alguna para ninguna de estas preguntas. El amor no tiene razones y tampoco se explica. Se siente o no se siente. Tenemos que aprender a marcharnos sin exigir explicaciones que no nos van a llevar a ningún lado. Tenemos que aprender a respetar las decisiones de los demás. Tenemos que aprender a despegarnos de la vida del otro. Amar y dejar amar.