Me provoca verte desnuda, pero para eso tienes que estar vestida. Tu cuerpo invita a descubrir sus contornos poco a poco, y la ropa cómplice me seduce en ese contraste perfecto con tu piel.
No quiero tu desnudez, quiero tu inocente provocación de andar así por la vida, llevando mí imaginación hasta el primer botón de tu blusa o hasta el borde de tu escote.
Me niego a no desearte desnuda, sin antes no haber batallado sin tregua contra la barrera de tu ropa, que te cubría ante el deseo de mis ojos de descubrirte así…desnuda.
No quiero tu desnudez, quiero tu inocente provocación de andar así por la vida, llevando mí imaginación hasta el primer botón de tu blusa o hasta el borde de tu escote.
Me niego a no desearte desnuda, sin antes no haber batallado sin tregua contra la barrera de tu ropa, que te cubría ante el deseo de mis ojos de descubrirte así…desnuda.
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