Usted es la culpable de cada letra que se esparce por su cuerpo, en un intentó de igualar la sensación de una caricia desplegada por su piel desnuda.
Usted es quien evoca los demonios, provocando que invoque a la musa del deseo. Y es así como la desnudó sin culpa y con el único objetivo, de que usted y yo nos confundamos en uno, mas allá de nuestros propios cuerpos y de los limites que dejan de limitarnos, cuando nuestras ganas quieren.
Usted es quien evoca los demonios, provocando que invoque a la musa del deseo. Y es así como la desnudó sin culpa y con el único objetivo, de que usted y yo nos confundamos en uno, mas allá de nuestros propios cuerpos y de los limites que dejan de limitarnos, cuando nuestras ganas quieren.
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