El amor no conoce de tiempos, tampoco de distancias y menos aun de edades. Es como si no tuviera reglas y a la vez es como si la tuviera todas. Amar es complicado en estos tiempos revueltos. Es una marea que arrastra todo a su paso y no hay explicación que alcance para explicar tanto. Somos todos vulnerables y no importa nuestro estado. Y ese es el punto crucial que me lleva a escribir esta noche. Crecí con la creencia de que el amor estaba a la vuelta de la esquina, sin embargo solo alcance a tropezarme en alguna de ellas, pero no exactamente con amores perdidos, mas bien eran baldosas sueltas.Y entonces me di cuenta que las esquinas estaban ubicadas en otra parte del mapa y no en mi diario vivir.
Aun hoy no puedo definir este sentimiento que cuando tiene ese ir y venir se disfruta a morir. Solo se que esta lleno de contradicciones y que a nadie le gusta perder.
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