Nací con el ver para creer y me convencí por mucho tiempo de que la única realidad, era la que veían mis ojos, hasta que descubrí la mirada de mi alma.
Puedo cerrar los ojos las veces que me lo pidas, pero mi confianza sera la exacta, si se que estas ahí conmigo y yo contigo.
A los sin sabores siempre les agrego azúcar, ahora me decís que los sin sabores no existen.
Los únicos sin sabores que acepto con su sabor, son los sabores de los besos dados o robados.
¿Te dije que afuera el cielo esta gris? No lo se.
Si me lo pides, cierro mis ojos, pero no me dejes solo en la oscuridad del no sentirte, del no tenerte, porque para mi, tenerte....es vivir.
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