Los que me leen a menudo saben que en este espacio no hay pensamientos cercanos a la política, tampoco a la realidad existencial de un país y su gente. Pero siento la necesidad del desahogo y del dolor que me golpea el pecho. Los argentinos estamos lejos de ese eslogan inventado por el gobierno, ese que habla de un país de buena gente. O tal vez los buenos seamos muchos menos que los malos, no lo se. Los valores tienen menos valor que el peso argentino, la vergüenza brilla por su ausencia y es el momento del no me importa nada. Todos ven su propio ombligo y hacen de ese ombligo su propio mundo. La ley del esfuerzo no corre mas y ahora rige la del menos esfuerzo. Y entonces somos todos vivos y los laburantes unos giles.La ley del mas guapo y del mas vago esta vigente. Y entonces se saquean los años de esfuerzo de familias enteras, los sueños de quienes eligen día a día lucharla en lugar de entregarse a su misero destino y sufrir pensando en lo que no tienen y salir a ganárselo con esfuerzo y sacrificio.
Esta realidad esta a la vista del pueblo, pero parece que los gobernantes han perdido ese sentido y entonces siguen escuchando la voz de un relato que ya tiene fecha de vencimiento.Viven en una Argentina paralela, donde se festejan los treinta años de Democracia, mientras en algunas provincias se entierran los muertos causados por una gestión ausente.Los que vivimos en el país real ya hemos sido rehenes,sucedió cuando el campo y el gobierno desabastecieron las ciudades porque no llegaban a un acuerdo. Y volvió a suceder ahora, en esta puja de policías reclamando de forma equivocada por lo que legalmente les corresponde, contra una gestión que se dedico a ver que pasaba y no quiso reaccionar a tiempo.
Pero todo esto no alcanza para justificar de ninguna forma la reacción de miles de personas que se dedicaron a robar durante horas. Argentina es sinónimo de tristeza, los diciembre deben de ser erradicados del calendario.No sabemos si esperar la navidad o rezar para que este mes se acabe y podamos soñar así con un año con menos dolor y algo de esperanza...
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