Caminamos tantas calles de la mano, que las esquinas aun hoy hablan del amor que nos prodigamos.
Tu sonrisa ilumino mis noches, mis días y mi vida.
Hay un antes, que fue el antes del no tenerte, marcado en las paginas de mi vida como esos capítulos de historias inconclusas.
Pero también existe este después, al que aun no le encuentro el sabor exacto.
Pero sabes, no es insípido, no.
Sucede que tiene demasiados sabores y no se con cual quedarme.
No se trata del final, es una pausa a tantos besos y al murmullo de mis labios sobre tu piel.
Desde que te conocí aprendí a vivir improvisando, porque a aquella vida ensayada mas de una vez le bajaron el telón.
Mis estructuras se desestructuraron y entonces empece a pintar la vida con palabras.
Caminamos tantas calles de la mano, que las esquinas se saben tu nombre y en la soledad de mis días.... ellas te recuerdan.
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