Ir al contenido principal

El pozo

Camino por mi barrio en esta tarde alucinante, el atardecer pide una foto a gritos, desenfundo mi celular mientras continuo hacia mi destino y apuntando hacia el fulgor del sol me dispongo a inmortalizar este momento para todos mis seguidores,pero tropiezo con una cinta de peligro de esas que ponen los de mantenimiento cuando reparan algo que nunca reparan, tengo suerte y caigo en el único vestigio de césped verde que aun sobrevive en toda la maldita cuadra. Por suerte mi celular no sufre ningún rasguño, mi rodilla sangra un poco, uno de mis codos corre la misma suerte y descubro que no soy el único que se ha percatado de este pequeño oasis de verde entre tanto cemento, al ver mi camisa llena de mierda de perro...¡Maldito atardecer del carajo!  Mientras me desato de las cintas rojas y blancas, veo un gran pozo rodeado de vallas del mismo color, algunas derribadas y otras todavía de pie. 
Ya no me importa el atardecer, ahora subiré algunas fotos del pozo en el que nadie se fija y me quejare del poco mantenimiento que le dan a mi barrio ¡Si, eso haré!
Camino en dirección al hueco, siempre mirando por la pantalla de mi celular,tratando de centrar la imagen y activando el flash para  obtener una buena panorámica de su interior. Me detengo justo en el borde y algunas pequeñas piedras se deslizan en su interior, afino mi oído intentando escuchar cuando impacten el fondo del pozo ¡Nada se escucha! Debe de ser muy profundo!
 Apunto al interior y se disparan los fogonazos uno tras otro de la cámara, ya no miro mas la pantalla, no puedo creer lo que veo, la luz del flash deja al descubierto los rostros de mis vecinos, todos allá en fondo, algunos sentados y otros aprovechando mi presencia me sacan fotos desde el interior del pozo....retrocedo un par unos pasos para no correr la misma suerte y mientras llamo al 911, escucho el tono de la recepción de notificaciones de mi red social, apenas corto la llamada aparece en la pantalla un mensaje "Carlitos te etiqueto en una foto en la que apareces" y escucho una voz desde el fondo.
-¡Ey Javier no te olvides de poner me gusta!
 Reconozco la voz de mi vecino y amigo de la infancia "Carlitos" el hijo del almacenero de la esquina....

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El hombre gris

El colectivo transita por la empedrada avenida Perón, son apenas las nueve y diez de la mañana y el trafico así lo demuestra, Buenos Aires esta despierta, todo el mundo parece ir en la misma dirección, por esta vía que es de solo una mano y se parece más a un embudo gigante que a una calle. El vehículo va casi completo de pasajeros, muchos de ellos van de pie, tratando de tomarse de cualquier lado con tal de no terminar en el piso. En el último asiento individual viaja Eduardo, flaco, alto, pelo ni corto ni largo, ahí, en esa medida que lo deja en el umbral de lo social y lo antisocial, y  lentes para combatir el astigmatismo que le dan cierto aire de intelectual. Con apenas veinte años y con más dudas que certezas, se ha decidido a buscar empleo y a estudiar de noche. No es fácil, él lo sabe, no solo porque sus padres se lo hacen saber todo el tiempo, sino porque con encender la televisión y sintonizar el canal de las noticias alcanza. Argentina vive de crisis en crisis, la hi

Con la existencia de tu amor

  No intento convencerte de que mí amor es el ideal para vos. Porque no puedo amar de una forma que desconozco, solo puedo hacerlo como aprendí a amar en estos años, en esta vida vivida. Porque soy un montón de amores al mismo tiempo, porque aprendí pero también enseñe y termine puliendo mí forma de amar. No intento demostrarte lo que no soy, porque aprendí a convivir conmigo mismo y con casi todos mis defectos. Y digo casi porque todavía negocio con alguno de ellos. Pero más allá de lo que aprendí y lo que soy, tengo que decirte que mí amor sin tu amor no es nada. Sería como la noche sin luna, como la estrella fugaz sin deseo o como una rosa sin espinas. Porque mí amor es casi perfecto pero solo con la existencia de tú amor.

Amar y dejar amar

 Amar y que no nos amén. Posiblemente no exista en las relaciones un dolor más agudo que ese. Excepto ese que se siente cuando nos amaron y nos dejaron de amar. Porque en este último dolor hemos descubierto de que se trata el amor de la otra persona y entonces duele más, porque a veces no entendemos que fue lo que pasó para que ese sentimiento se modificará. Aunque no siempre tiene que existir una razón. Simplemente sucede ¿Es justo, es injusto? ¿Esta mal, esta bien? No existe respuesta alguna para ninguna de estas preguntas. El amor no tiene razones y tampoco se explica. Se siente o no se siente. Tenemos que aprender a marcharnos sin exigir explicaciones que no nos van a llevar a ningún lado. Tenemos que aprender a respetar las decisiones de los demás. Tenemos que aprender a despegarnos de la vida del otro. Amar y dejar amar.