Cuando era chico, mi meta mas anhelada era ser grande, porque eso significaba libertades que creía no tener, no había que pedir permisos para nada ¡Y yo los tenía que pedir todos!
El tiempo transcurrió, y demás esta decir que ahora extraño todas las libertades de ser chico. Es que nací y crecí en la naturaleza misma, mis aventuras no eran en el asfalto gris, eran entre ríos y arroyos. Allí aprendí a valorar las cosas simples.
Tardes en las que me subía en mi canoa y simplemente me dejaba hamacar por el río a la deriva, acostado mirando el cielo y los mil verdes de los arboles mezclados con el azul intenso.
Recuerdo los días de pesca con mi papá, sentados en el muelle, siempre con algún mate de por medio y disfrutando el silencio de la nada.
Las noches en las que la luna me marco el camino de regreso……y el cielo cubierto de estrellas, daba la sensación que hasta se podían tocar.
Y yo quería crecer, quería ser grande, quería irme a la ciudad, conocer al amor de mi vida en alguna esquina perdida…
Quería…..ahora, hoy me doy cuenta del valor de todo eso, de lo todo lo que tenia, sin tener nada, de lo que ese lugar llamado Delta o la isla como lo llamamos algunos dejo en mi.
Hoy quisiera volver, pero ya no se puede…ya estoy en la ciudad, ya soy un adulto grande, sin tiempo para ser un poco chico de vez en cuando…. dándome cuenta que el amor ya no está en las esquinas donde me dijeron y que en la noche el cielo aun está lejos.... para que pueda tocar alguna estrella, como cuando era chico y solo quería ser grande.
El tiempo transcurrió, y demás esta decir que ahora extraño todas las libertades de ser chico. Es que nací y crecí en la naturaleza misma, mis aventuras no eran en el asfalto gris, eran entre ríos y arroyos. Allí aprendí a valorar las cosas simples.
Tardes en las que me subía en mi canoa y simplemente me dejaba hamacar por el río a la deriva, acostado mirando el cielo y los mil verdes de los arboles mezclados con el azul intenso.
Recuerdo los días de pesca con mi papá, sentados en el muelle, siempre con algún mate de por medio y disfrutando el silencio de la nada.
Las noches en las que la luna me marco el camino de regreso……y el cielo cubierto de estrellas, daba la sensación que hasta se podían tocar.
Y yo quería crecer, quería ser grande, quería irme a la ciudad, conocer al amor de mi vida en alguna esquina perdida…
Quería…..ahora, hoy me doy cuenta del valor de todo eso, de lo todo lo que tenia, sin tener nada, de lo que ese lugar llamado Delta o la isla como lo llamamos algunos dejo en mi.
Hoy quisiera volver, pero ya no se puede…ya estoy en la ciudad, ya soy un adulto grande, sin tiempo para ser un poco chico de vez en cuando…. dándome cuenta que el amor ya no está en las esquinas donde me dijeron y que en la noche el cielo aun está lejos.... para que pueda tocar alguna estrella, como cuando era chico y solo quería ser grande.
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