Hoy vi rosas inundando las calles de este Buenos Aires, que a pesar de parecer derretirse bajo el sol, a veces parece tan frió como el peor invierno.
Hoy no vi hombres con flores, tampoco mujeres sonrientes,menos aun parejas tomadas de la mano, con algún destino incierto.
Se que el amor es invisible y tal vez ese sea el problema a fin de cuentas. Pero esa pequeña tormenta, desubicada en medio de tanto verano, me hizo dudar hasta de mis certezas mas agudas.
Me pare en medio de mi regreso a mitad de la cuadra y la mayoría de la gente tropezó conmigo. Entonces me di cuenta, que el problema no era mio, si yo no puedo ver al amor, no es un tema para ir al oculista, pero que los demás, no se vean entre si.....pues nada.
Decidí seguir mi regreso pensando en tantas rosas marchitas y solas...sin ningún destino cierto.
Hoy no vi hombres con flores, tampoco mujeres sonrientes,menos aun parejas tomadas de la mano, con algún destino incierto.
Se que el amor es invisible y tal vez ese sea el problema a fin de cuentas. Pero esa pequeña tormenta, desubicada en medio de tanto verano, me hizo dudar hasta de mis certezas mas agudas.
Me pare en medio de mi regreso a mitad de la cuadra y la mayoría de la gente tropezó conmigo. Entonces me di cuenta, que el problema no era mio, si yo no puedo ver al amor, no es un tema para ir al oculista, pero que los demás, no se vean entre si.....pues nada.
Decidí seguir mi regreso pensando en tantas rosas marchitas y solas...sin ningún destino cierto.
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